
El producto seco final, en función de su contenido en NPK y una sequedad superior al 85%, puede usarse como abono orgánico.

Con una sequedad superior al 90%, el producto final presenta un poder calorífico inferior (PCI) entorno a las 3.000 kcal/kg, lo que lo convierte en un combustible renovable sustituto de combustibles fósiles, pudiendose ser utilizado en instalaciones cementeras u otras.
3 toneladas de este producto equivalen a 1 tn de carbón.

Se cierra así, nuevamente el círculo con esta nueva energía renovable.